La Magdalena: fin de una transformación
La imagen, de 1977 si la memoria no es infiel, corresponde al momento en que se perpetra la transformación de la fachada de la iglesia de la Magdalena con la apertura de una nueva puerta para la salida de los pasos procesionales. La puerta, como ya quedó dicho en un comentario anterior en este mismo blog, sustituyó a la que, décadas atrás, había sido abierta en la fachada que da a la plaza de la Magdalena, junto al convento de Santa Ursula. El nuevo hueco se abrió derribando el muro situado entre la puerta principal, del siglo XVI, y la de acceso al patio del estanque, espacio de origen musulmán que confirma la anterior existencia de una mezquita en el lugar donde luego se alzó el templo. La imagen es suficientemente elocuente. Como dato curioso, los huecos laterales y el espacio superior al arco apuntado que se ve al aire, tal vez resto de un altar suprimido, estaban rellenos con huesos, probablemente trasladados allí cuando se ordenó la supresión de los cementerios parroquiales, como fue norma general por entonces.